Alrededor de la Alameda

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DEL CENTRO HISTÓRICO A LA ALAMEDA


En nuestro recorrido que ha iniciado en el centro histórico, nos dirigimos hacia la Alameda Central, las calles de 5 de Mayo y Madero son buena opción para entrar y salir de la zona centro, estas calles nos permiten llegar desde el zócalo hasta la avenida Eje Central y viceversa.
En esta zona de la ciudad podemos encontrar construcciones importantes, aquí sobreviven infinidad de palacios, comercios y templos, aquí se sembró el primer parque y se erigieron los primeros rascacielos de la ciudad (y del país); hasta la fecha, las plazas y calles de esta zona, lucen en todo su esplendor.
La estación Bellas Artes de las líneas 1 y 8 del metro es una buena forma de llegar a este punto, en el otro extremo de la Alameda la estación Hidalgo de las líneas 2 y 3 del metro es otra opción de salida y llegada a este punto de la ciudad; cerca de ahí, la estación Juárez de la línea 3 del metro nos acerca al Museo de Arte Popular y a la Ciudadela.


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PALACIO DE ITURBIDE
Sobre la calle de Madero, en el número 17, se levanta esta casona construida entre 1779 y 1784 por Francisco Guerrero y Torres. El conde de San Mateo de Valparaíso mandó edificar este palacio como patrimonio para su hija. Nunca perteneció a don Agustín de Iturbide, pero recibió su actual nombre popular porque aquí se alojo este personaje durante la consumación de la Independencia de México y de aquí salió para ser coronado emperador el 21 de julio de 1822. Tiempo después fue uno de los primeros hoteles modernos de la ciudad.
En 1966 lo adquirió el Banco Nacional de México y ahora se llama oficialmente Palacio de Cultura Banamex.
Esta abierto al publico sólo durante exposiciones temporales (casi todo el año), de lunes a domingo de 10:00 a 19:00 h.

CONVENTO DE SAN FRANCISCO
Sobre la calle de Madero a un costado de la Torre Latinoamericana.
En 1523 llegaron a Nueva España tres frailes franciscanos y en 1524 los llamados "Primeros Doce". En este grupo destacaron especialmente Fray Pedro de Gante, quien preocupado por la educación de los niños indios fundó el primer colegio novohispano: una escuela de artes y oficios para indios, y Fray Toribio de Benavente, que por su personalidad sencilla y humilde fue llamado por los indios "Motolinía" que en nahuatl significa pobre.
Después de habitar una casa cercana a la Catedral, los religiosos fundaron el primer convento de la ciudad que, financiado por Hernán Cortés, fue construido en los terrenos donde antes estuvo el zoológico de Moctezuma.
En 1856, cuando el convento ocupaba 32 490 m2, se decreto su supresión y la confiscación de sus bienes (Excepto la iglesia mayor y sus capillas) abriéndose al poco tiempo (1856) la calle de Independencia (hoy 16 de septiembre) y poco después (1861) la calle de Gante. A partir de entonces el convento fue subdividido y nuevos edificios se construyeron en su lugar.
La iglesia Mayor, que sirviera en algún tiempo como templo protestante y caballeriza, la capilla de la Balvanera, la Capilla de San Antonio y el claustro principal, que aloja en la actualidad un templo metodista, es lo único que se conserva del gran convento de San Francisco.
En la esquina (hoy la Torre Latinoamericana) se encontraba la casa del capellán del convento.

TORRE LATINOAMERICANA
El lugar en donde se alza solemne la Torre Latinoamericana formaba parte del convento de San Francisco.
La historia nos relata que en este lugar existió una cruz tan alta que sirvió de guía a los viajeros, pero tuvo que ser removida por lo inseguro que resultaba el que estuviera en pie.
Una vez demolido el convento, nuevos edificios ocuparon el espacio.
Para la época porfiriana un gran edificio comercial de estilo afrancesado se alzaba en este lugar que, poco a poco, fue sustituido por el primer edificio de la compañía de seguros "Latinoamericana". Este primer edificio contaba solo con cinco pisos que, siguiendo el estilo art decó, destacaba como uno de los más modernos y monumentales de la ciudad.
Las exigencias de la vida moderna y el deseo de estar a la vanguardia en cuanto a estilo y tecnología constructiva dieron como resultado un proyecto que seguía las pautas de la arquitectura internacional de la época, caracterizada por amplias fachadas de cristal, estructura ligera y espacio muy amplios sin divisiones interiores.
El edificio fue proyectado originalmente por el arquitecto Manuel de la Colina, siendo modificado posteriormente por el arquitecto Augusto Álvarez. La estructura fue diseñada por los ingenieros Leonardo y Adolfo Zeevaert, trabajo muy complicado si tomamos en cuenta el tipo de suelo en que se asienta y la frecuencia sísmica a que está expuesta.
La inauguración se llevo a cabo el 23 de abril de 1956.
Con 44 niveles y 3 sótanos, mide 180.78 metros hasta la punta de la antena. Esta sostenida por 361 pilotes de 34 metros de longitud.
Los tres últimos niveles albergan un mirador (que se encuentra a 139 metros sobre el nivel de la calle) desde el cual, en días despejados, vale la pena disfrutar de la vista de gran parte del valle de la Ciudad de México.
Cuenta con un acuario en el piso 38.
El peso total de la torre es de 25 000 toneladas.
Después del temblor de 1957, el Instituto Americano de la Construcción del Acero otorgó una placa conmemorativa como reconocimiento por haber sido el edificio más alto que resistiera una enorme fuerza sísmica sin sufrir ningún daño; así mismo, soporto el sismo de 1985.
En sus años de construcción era conocido como lo que hoy llamamos un "Edificio inteligente".

LA CASA DE LOS AZULEJOS
La casa original del siglo XVI fue cedida por don Damián Martínez a don Diego Suárez de Peredo, quien a su vez la heredó a su hija, esposa de don Luis de Vivero, segundo conde del valle de Orizaba.
Cuanta la leyenda que un hijo del conde pasaba la vida en fiestas, derrochando su fortuna y sin hacer caso de los consejos de sus padres. Pero llegó el día en que el conde le dijo: "Hijo, tú nunca iras lejos ni harás casa de azulejos"; y tanto conmovió la frase al hijo que al poco tiempo recubrió la casa con los hermosos azulejos poblanos que a la fecha la distinguen.
La historia, sin embargo, dice que la apariencia actual de la casa se debe a la quinta condesa del Valle de Orizaba, quien la remodeló en 1737.
Otra anécdota de la casa narra que la condesa doña Graciana de Vivero y Peredo pidió prestada al convento de San Francisco la escultura de tamaño natural del Cristo de los Desagravios. Pasado el terremoto del 7 de noviembre de 1731, se encontró que el Cristo había sangrado del costado, milagro que atestiguaron personas muy reconocidas.
En 1828 un terrible suceso aconteció en la casa cuando, aprovechando el desorden provocado por un motín, el oficial Manuel Palacios mató en la escalera al ex conde Suárez de Peredo, quien se supone se oponía a que aquél tuviera relación con una joven de la familia. Condenado a pena de muerte, fue ejecutado en la plaza Guardiola.
En 1871 la casa fue vendida al abogado poblano Rafael Martínez de la Torre quien, después de habitarla solo siete años, la vendió a Francisco Yturbe, que la amplió y remodeló para uso comercial.
En 1881 fue ocupada por el Jockey Club hasta el año de 1914, y a principios del siglo XX Frank Sanborn inauguró en ella una farmacia y la primera fuente de sodas en México, La casa de los azulejos fue inaugurada como "Sanborns" en 1919, comprando la propiedad en 1978.
En el descanso de la escalera José Clemente Orozco pintó en 1921 el mural "Omniscencia".
Los azulejos poblanos datan de 1735.


PLAZA MANUEL TOLSÁ
Se localiza en la calle de Tacuba en el Centro Histórico de la ciudad, junto a la calle Eje Central.
La plaza surgió a principios del siglo XX al edificarse el palacio de comunicaciones, hoy Museo Nacional de Arte.
El escultor valenciano Manuel Tolsá erigió en 1813 el Palacio de Minería, que cierra el otro lado de la plaza (frente al Museo Nacional de Arte).
En 1979 se traslado a la plaza la estatua de Carlos IV, mejor conocida como "El Caballito", obra también de Manuel Tolsá, considerada como una de las mejores esculturas ecuestres del mundo. Obra realizada entre 1796 y 1803.
Todos sus edificios que la rodean, virreinales y porfirianos, tienen gran valor estético y forman, además, un conjunto bastante armonioso.
PALACIO DE MINERIA
Al sur de la plaza enfrente del "caballito" y frente al Museo Nacional de Arte (MUNAL) se encuentra el Palacio de Minería, obra del escultor y arquitecto valenciano Manuel Tolsá. Fue inaugurado en 1813 como escuela de Minería y hoy pertenece a la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México. Esta construida bajo estilo neoclásico y barroco, de los más notables del país. No se permite el acceso excepto durante la Feria del Libro del Palacio de Minería, que se lleva a cabo la última semana de febrero y la primera de marzo (inscrito en el marco cultural, da a conocer las novedades en la industria editorial con un programa cultural que incluye mas de setecientas actividades).
Se pueden realizar visitas guiadas los sábados y domingos de 11:00 a 13:00 h.
En uno de sus espacios suele presentarse casi todo el año la exhibición Instrumentos de Tortura y Pena Capital.
En su patio exterior se presentan algunos meteoritos que han caído, sobre todo, al norte del país.
MUSEO NACIONAL DE ARTE
Uno de los mejores museos del país. Se ubica en la calle de Tacuba núm. 8, Colonia Centro, Delegación Cuauhtémoc.
De lado norte a la plaza se ubica este museo. Es uno de los recintos culturales más importantes de América Latina por su colección, infraestructura técnica y servicios. Conserva una estupenda colección de arte mexicano de los siglos XVI al XX, que incluye: pintura, escultura, grabado, fotografía, manuscritos y mobiliario.
En sus 24 salas se exhiben arte mexicano sobre todo pintura, desde los siglos XVI al XX, incluye grandes obras maestras, desde autores virreinales hasta los artistas modernos.
El edificio, de gran elegancia, lo mandó construir el presidente Porfirio Díaz en 1904 como Palacio de Comunicaciones y fue inaugurado siete años mas tarde. En un principio fue la sede de la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas, albergo el Archivo General de la Nación y, desde 1982, es el Museo Nacional de Arte.
Abierto de martes a domingo de 10:30 a 17:30 h.
Al oriente se encuentra el afamado restaurante de comida mexicana "Los Girasoles", que abre todos los días a las 13:00 h. Disfrute de la rica gastronomía mientras se recrea mirando la plaza y su arquitectura.
EDIFICIO DE CORREOS
Sobre eje central, aun costado del Palacio de Bellas Artes.
Fue construido en el terreno donde estuvo la casa de Tecuichpo, esposa de Cuauhtémoc (último emperador mexica) y posteriormente el hospital de Terceros de los frailes franciscanos.
Fue edificado entre 1902 y 1907, con elementos de diversos estilos. El diseño se debe a Adamo Boari, autor también del Palacio de Bellas Artes, y la construcción a cargo del ingeniero Gonzalo Garita. Sus acabados en cantera de tono anaranjado, su escalera de mármol y una elegante herrería son algunos de sus detalles inolvidables. Albergó por décadas las oficinas centrales del Servicio Postal Mexicano. Hoy, luego de algunas restauraciones, solo tiene pocas ventanillas de atención al público. Es cede del Museo Postal y esta abierto de martes a viernes de 10:00 a 17:00 hrs, sábados y domingos de 10:00 a 15:00 h.





PALACIO DE BELLAS ARTES
El día 2 de abril de 1904 se coloco la primera piedra del Palacio, en el espacio antes ocupado por el convento de Santa Isabel. El entonces presidente Porfirio Díaz encargó al arquitecto italiano Adamo Boari la construcción del actual Palacio, pensando en crear un magnifico y monumental teatro que sustituyera al demolido Teatro Nacional y con motivo de la celebración del centenario de la independencia.
La estructura del edificio diseñada y construida por la empresa estadounidense Milliken Brothers, es de acero y concreto, materiales representativos del avance tecnológico de la época.
La revolución mexicana obligo a suspender la construcción en 1912, siendo hasta 1930 cuando el trabajo se reanudó bajo la dirección del arquitecto mexicano Federico Mariscal.
En esta segunda etapa, que culminó con la inauguración en 1934, se terminaron las bóvedas exteriores y se diseño y decoró el interior conforme al entonces predominante estilo art decó.
Además de la sala principal para mas de 2 000 espectadores, el Palacio cuenta con diversas salas menores, restaurantes, librería, el Museo Nacional de Arquitectura e interesantes murales de los artistas mexicanos David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Clemente Orozco, Manuel Rodríguez Lozano, Jorge González Camarena y Roberto Montenegro.
El telón principal fue elaborado por la casa Tiffany de Nueva York, inspirado en un dibujo del pintor mexicano Gerardo Murillo (Dr. Atl); está formado por mas de un millón de cristales que forman una vista del valle de México que, según la iluminación, pasa del amanecer al ocaso. El telón pesa más de 21 toneladas.
DATOS INTERESANTES
Los pegasos que ostentan la parte frontal del Palacio son obra del escultor español Agustín Querol que estuvieron en la Plaza Mayor de 1922 a 1928.
El antiguo estacionamiento fue transformado en jardín en 1982, siendo remodelado en 1994.
Las bellas esculturas de mármol que adornan el exterior son obra de destacados artistas europeos.
A pesar de que en el exterior predomina el art noveau, procedente de Europa, se incluyeron detalles nacionalistas como serpientes, águilas y flores mexicanas.
La cúpula esta recubierta de lámina de cobre y cerámica vidriada de seis colores. El águila que remata la cúpula es del escultor húngaro Géza Maroti.
Una pérgola ondulada recubierta de flores, que ocupaba el extremo oriente de la Alameda y que integraba ambos espacios, fue demolida en 1973.
Las fachadas están recubiertas de mármol blanco.
Recuadro
Hay visitas guiadas gratuitas para conocer el Salón Principal y su famosa Cortina de Cristal, elaborada por la Casa Tiffany de Nueva York, según el diseño del propio Adamo Boari. De martes a viernes alas 13:00 y 13:30 h.





LA ALAMEDA CENTRAL
Ya que en la ciudad no existía un lugar de paseo, y debido a que la zona estaba siempre anegada, lo que provocaría problemas en caso de requerirse el desalojo de la ciudad, en 1592 el virrey Luis de Velasco hijo, ordenó su construcción.
Ubicado en lo que fuera el tianguis de San Hipólito, frente al quemadero de San Diego, el Paseo Nuevo, como el propio virrey lo llamó, ocupó sólo la mitad de su extensión actual. Fue hasta muchos años después, en 1770, cuando el virrey de Croix mandó hacer la ampliación, eliminando el quemadero y colocando fuentes con motivos mitológicos en sus glorietas. Como la alameda era un paseo al que acudía lo más distinguido de la nobleza, el virrey Revillagigedo asignó su vigilancia a un buen numero de porteros que al toque de oración cerraban con llave las puertas y de vez en cuando controlaban a los jóvenes que en ese sitio sostenían duelos a espada por el amor de una dama.
Por los conflictos políticos que enfrentaba el país a mediados del siglo XIX la alameda se encontraba muy deteriorada; por ello, la emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano de Habsburgo, planeó y dirigió su renovación, sembrando pasto y coloridos rosales en toda su extensión.
Debido al tipo de suelo, los álamos por los que había recibido su nombre tuvieron que ser removidos, siendo sustituidos por otros árboles como sauces, fresnos y eucaliptos.
Con la idea de que permaneciera siempre abierto para todos los que quisieran visitarlo, en 1868 el gobierno liberal mandó quitar la barda que lo rodeaba, cegar la acequia que tenía alrededor y colocar alumbrado con mecheros de trementina, que tras ser sustituido por lámparas de gas en 1872, fue finalmente cambiado por alumbrado eléctrico en 1892.
Además de las fuentes colocadas en las glorietas del paseo, otras construcciones y esculturas han adornado sus jardines entre ellas un restaurante y café construido en 1851 frente a lo que fuera el convento de Corpus Christi y el kiosco morisco, que permaneció en la Alameda hasta 1909 cuando fue trasladado a la colonia Santa María la Ribera para colocar en su lugar el Hemiciclo a Juárez como parte de la celebración del centenario de la Independencia.
La Alameda mide 513 metros de largo y 259 metros de ancho.



HEMICICLO A JUARÉZ
Este monumento ocupa el espacio en donde estuvo el kiosco morisco hasta 1909, que fue trasladado a la Alameda de Santa María la Ribera.
Esta totalmente hecho de mármol blanco, compuesto por la figura sedente de Juárez, respaldado por dos figuras que representan "La Gloria", alada y portadora de la corona de laurel, y "La Justicia", con una espada en la mano siniestra y una antorcha en la diestra, sobre cada una de las columnas dóricas. Sobre éste último, y en la parte correspondiente al cuerpo central, un pedestal en el que se asienta el principal grupo escultórico, ejecutado sobre un solo bloque de mármol. En el centro del cuerpo principal un medallón de laureles pintado en oro con leyendas en letras doradas en relieve: "Benemérito /Benito Juárez /La Patria" El monumento pesa 70 toneladas y tiene altura de 7.5 m.
Un año después del fallecimiento de Don Benito Juárez se penso construir un monumento. Inicialmente se proyectó uno para ubicarse en el Paseo de la Reforma pero fue descartado, optándose después por la Plaza de Santo Domingo, localización que también se rechazó. El proyecto fue abandonado y hasta el año 1905 se rescato al crearse la Comisión Nacional para conmemorar el Centenario del Natalicio de Benito Juárez.
Para ello se convoco a un concurso cuyo jurado integrado por arquitectos e ingenieros importantes (Arq. Antonio Rivas Mercado, el Arq. Nicolás Mariscal y el Ing. Manuel Velázquez de León) falló en favor de la propuesta del Arq. Guillermo de Heredia; la dirección de la obra estuvo a cargo del Ing. Ignacio León de la Barra. Los trabajos de cimentación se iniciaron en noviembre de 1909; la colocación de los 1,620 bloques de mármol que se emplearon comenzó en abril de 1910. Fue inaugurado por el presidente Porfirio Díaz el 18 de septiembre de 1910, durante los festejos del Primer Centenario de la Independencia Nacional.

PLAZA DE LA SANTA VERACRUZ
Sobre el costado norte de la alameda se encuentra esta pequeña plaza hundida. Al oriente se levanta la parroquia de la Santa Veracruz, notable iglesia con portadas churrigerescas que fue edificada a mediados del siglo XVIII. Al poniente se encuentra la parroquia de San Juan de Dios, iglesia barroca construida entre 1609 y 1729 con una bonita entrada en forma de nicho. El templo del antiguo convento pertenecía a los frailes juaninos y funcionaba como su hospital hacia el año 1582. Este antiguo hospital, ubicada de lado norte de la plaza, es ahora el museo Franz Mayer. A la derecha de este se encuentra un edificio del siglo XIX, se trata del museo Nacional de la Estampa, dedicado a la rica tradición de las artes gráficas mexicanas. Se puede visitar de martes a domingo de 10:00 a 17:45 h.
MUSEO FRANZ MAYER
Este museo presenta la colección propiedad del artista y hombre de negocios germano-mexicano Franz Mayer (1882-1975), quien al morir lego su colección al país. Este museo abrió sus puertas en 1986 y aunque se presenta como un museo de artes decorativas, su acervo incluye pinturas, esculturas, libros, fotografías, textiles, utensilios de uso diario, etc. La mayoría de las piezas son mexicanas, pero también las hay sudamericanas, europeas y asiáticas.
La entrada al publico es de martes a domingo de 10:00 a 17:00 h.





MUSEO DE ARTE POPULAR
Al otro extremo de la plaza de santo domingo, ubicamos la calle de Revillagigedo numero 11, aquí encontramos el Museo de Arte Popular (MAP). En él podrá apreciar la labor y la exquisitez de las artes populares de México.
Este museo busca valorar el arte popular mexicano estimulando el disfrute y la demanda de sus creaciones dentro y fuera de México.
En 1999, el Gobierno del Distrito Federal otorgó al MAP el edificio de la Antigua Estación de Bomberos (Revillagigedo 11), que fue remodelado por Teodoro González de León.
Cuenta con cuatro salas de exhibición:
El Arte Popular y lo Sagrado. En donde los ritos y mitos se hacen presentes en las artes populares.
La sala El Arte Popular y lo Fantástico ilustra la creatividad y la imaginación de los mexicanos.
Raíces del Arte Popular, en donde la compleja elaboración de las piezas queda reflejada en la sala.Y la última sala es El Arte Popular y la Vida Cotidiana.
El museo, que requirió una inversión cercana a los 116 millones de pesos, cuenta con un acervo de 2 mil 600 piezas, procedentes de diversas donaciones, de las que mil estarán en exhibición.
El contacto con los creadores se estableció durante los más de diez años que tardó en crearse el museo, concebido en 1994 por la asociación civil "Populart," que dirige la coleccionista María Teresa Poma. Este espacio muestra y dignifica la labor de los artesanos mexicanos.
LA CIUDADELA
En la Ciudad de México podrá encontrara artesanías de cualquier estado de la República en el famoso mercado conocido como La Ciudadela.
Al sur de la Alameda, sobre la calle de Balderas, encontramos el mercado de artesanías La Ciudadela (calles de Balderas y Emilio Dondé). Su origen se debe a una exposición artesanal a la que fueron convocados creadores de todo México en 1966 y ante la cercanía de la justa olímpica de 1968, autoridades decidieron dejar a los comerciantes para disfrute de los visitantes nacionales y extranjeros. Terminada la olimpiada, el compromiso de México para el mundial de futbol de 1970 también beneficio a los artesanos, desde entonces se convirtió en un centro permanente que ofrece lo mejor de la artesanía mexicana.
En la actualidad 300 locatarios ocupan este mercado donde puede hallarse artículos diversos: sombreros, sarapes, dulces, cestería, joyería, madera tallada, cobre, instrumentos musicales, ropa típica, rebozos, huaraches, herrería, artículos de cuero, pintura, escultura, cerámica, talavera, juguetes, así como una gran variedad de muebles elaborados con diversos materiales y utilizando las más diversas técnicas, esto es una muestra de los trabajos artesanales que podrá adquirir en La Ciudadela.

Fotografías y texto por Edi Ríos
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